Llegada a Higuey de 306 Toros a la Virgen de La Altagracia
Roma 16-08-2024. La llegada a Higuey de los Toros a la Virgen de La Altagracia tradición profundamente arraigada en Higüey, combina aspectos religiosos, culturales y sociales, creando un ambiente festivo y de comunidad, que se celebra cada 14 de agosto. La peregrinación comienza el 10 de agosto en los campos de Bayaguana, en la provincia de Monte Plata.
Los toros participantes son donados por familias devotas de la Virgen María y son recogidos por los comisarios de la Hermandad de Los Toros de la Virgen. Estos realizan el recorrido a caballo y a pie, recorriendo un largo trayecto desde Bayaguana hasta llegar a Higüey.
La llegada de los toros se celebra con cánticos y es acompañada por peregrinos que vienen a cumplir promesas. Allí los toros son bendecidos; este año la bendición fue realizada por el padre Alberto Tejada en la basílica Nuestra Señora de La Altagracia.
En esta ocasión, fueron donados 306 toros. La entrada de los toros fue encabezada por Kalil Hache, miembros del Ejército Dominicano, una banda musical local, y la Asociación de Caballos de Paso Higüeyanos. Al evento asisten cientos de devotos y curiosos que se unen a la celebración.
Los toros donados son subastados en la Feria Agropecuaria de la Región Este, el dinero recaudado se destina a labores de asistencia social.
16-08-2024
Autor: por Rita Valenzuela
Historia y Cultura de italodominicano.tv
La concepción de la muerte y las prácticas funerarias de los taínos en la República Dominicana
Roma. La concepción de la muerte y las prácticas funerarias de los taínos en la República Dominicana reflejan una rica cosmovisión en la que la muerte no se percibía como el final de la existencia, sino como una transición hacia otra forma de vida. Estas prácticas nos ofrecen una ventana a la complejidad y profundidad de la cultura taína.
Para los taínos, la muerte no era vista como una extinción o un castigo, sino como un evento natural y esperado dentro del orden cósmico. Los fallecidos se imaginaban en una isla donde, al caer la noche, salían a disfrutar de guayabas, a tener relaciones sexuales, a celebrar y bailar. Esta visión positiva y naturalista de la muerte subraya una creencia en la continuidad de la vida en otra forma y lugar.
Los taínos enterraban a sus muertos en posición fetal, simbolizando un nuevo nacimiento en otra vida. Esta práctica también sugiere la creencia en un ciclo continuo de vida y muerte. En las tumbas, se colocaban las pertenencias más preciadas del fallecido, como armas, adornos y alimentos, para asegurar que tuviera lo necesario en su vida después de la muerte.
Según Bartolomé de las Casas, cuando un taíno se acercaba al final de su vida, era llevado por sus familiares al bosque y dejado allí con pequeñas raciones de agua y comida. Este acto de abandono permitía que, una vez fallecido, el individuo trascendiera al Coaybay, un lugar donde viviría eternamente. Esta práctica explica en parte la escasez de enterramientos formales encontrados en las islas.
Luego de la muerte se practicaban entierros secundarios en cuevas, donde los restos eran trasladados después de un período inicial de descomposición.
Fuentes:
https://pueblosoriginarios.com/centro/antillas/taino/funeraria.html
https://pueblosoriginarios.com/centro/antillas/taino/funeraria.html
09-03-2024
Autor: por Rita Valenzuela
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